MI BOCA, TU MORADA ETERNA

Comparte 11081308_459406857581718_3804277533586345678_nconmigo tus horas,

tu risa, tu buen humor,
tu pena, tu dolor, tu intriga,
tu entusiasmo, cansancio y alegría.

Comparte conmigo tu lengua,
la única que deseo
que haga de mi boca
su morada eterna.

Cuando tu lengua acaricia la mía
todas mis papilas gustativas se anulan,
eres dulce, ácido, salado…
todo junto,
y ellas solo captan el nuevo sabor que se crea.
Tu sabor.

Comparte conmigo tus manos,
esas que tocan tantas cosas al día
y a pesar de eso
cuando tocan mi piel
hacen del tocar; algo mágico.

Tus manos. Las únicas manos
que al agarrar me hacen sentir
que estoy justo donde quiero,
en nuestro espacio,
en nuestro tiempo.

Comparte conmigo tus ojos,
los que reciben imágenes sin cesar
pero que al mirarme, al mirarme
parece que no hubieran visto
nada igual.

Me miran; con la misma sorpresa
que un niño cuando ve nítidamente
por primera vez, descubriendo
el mundo que le rodea.
Tú, me redescubres cada día.

Comparte conmigo tu olfato,
ese mismo que percibe mi olor
y te hace salir de ti mismo
para encontrarte conmigo,

de la misma forma
que el alcohol
reaviva del mareo.

Llevándote, al abismo del deseo,
arrastrado por el olor
de mis feromonas
una y otra vez…

Y ¡me despierto!
Y ¿ dónde estás mi amor
que solo puedo imaginarte
y no te veo?…

Nieves Ardite G.

2 comentarios en “MI BOCA, TU MORADA ETERNA

Deja un comentario